Crema facial hidratante y calmante con prebióticos

Ingredientes: Aqua (agua), Corylus Avellana Seed Oil* (aceite de avellana), Prunus Amygdalus Dulcis Oil* (aceite de almendras dulces), Glycerin* (glicerina vegetal), Avena Sativa Kernel Extract* (avena), Sorbitan Olivate, Leuconostoc / Radish Root Ferment Filtrate (extracto de rábano), Cetearyl Olivate, Benzyl Alcohol, Tocopherol (vitamina E natural), Lavandula Angustifolia Oil* (aceite esencial de lavanda), Helianthus Annuus Seed Oil (aceite de girasol), Cymbopogon Martinii Oil* (aceite esencial de palmarosa), Dehydroacetic Acid, Linalool**, Geraniol**, Limonene**. (*) ingrediente ecológico certificado, (**) componente natural de los aceites esenciales.

78,52% de ingredientes ecológicos del total de ingredientes del producto

Testada bajo control dermatológico

Vegano

Indicada en: Pieles sensibles/ atópicas y dermatitis (picor, rojez, descamación) 

Descripción del producto: Aporta una hidratación eficaz que combina con las propiedades calmantes e hipoalergénicas de la avena, que es extraída de forma artesanal de los granos de este cereal en forma de leche de avena de alta concentración. El aceite de avellana, altamente nutritivo (rico en ácido oleico, minerales, vitaminas, proteínas), y el aceite de almendras dulces ayudan a la regeneración y mantenimiento de la piel sana (rico en vitaminas A, B y E y en ácidos grasos insaturados), y complementan el efecto emoliente de la glicerina vegetal de alta calidad. Además, el extracto de rábano fermentado, de acción antimicrobiana y antifúngica, aporta no solo una notable suavidad a la piel, sino también propiedades prebioticas derivadas de la fermentación láctica de Leuconostoc kimchi. Por último, los aceites esenciales de palmarosa y lavanda, aportan un efecto descongestivo, tonificante y cicatrizante.

Proporción oleosa total: 14%

Modo de uso: Aplicar sobre el rostro limpio y seco con un suave masaje dos veces al día (mañana y noche).

Consejo de higiene facial: Se recomienda empezar el lavado del rostro con agua tibia o calentita al gusto (para dilatar los poros y que expulsen la suciedad contenida) y terminar siempre con agua fría (para cerrarlos y activar la circulación), luego secar bien con un paño limpio y preferiblemente de algodón u otra fibra natural, que se use exclusivamente para la higiene facial.

Productos complementarios: JABÓN LAVANDA (especialmente calmante y emoliente), o JABÓN DE KARITÉ Y CARBÓN ACTIVADO (antipolución), perfectos para la higiene diaria del rostro. Aportan propiedades limpiadoras y bactericidas, ayudan a equilibrar la secreción grasa de la piel, y eliminan bacterias e impurezas, manteniendo la piel limpia y nutrida. Para mayor efecto antioxidante (antiedad) y mayor nutrición en la zona del contorno de ojos, complementar con el ACEITE FACIAL EQUILIBRANTE (descongestivo y cicatrizante).

Envase: tarro de vidrio y tapadera metálica